Vuestro bebé ha llegado al mundo y después de una estancia en el hospital os dicen que podéis iros a casa. En ese momento os invade al mismo tiempo una sensación de emoción y ansiedad al pensar que ya no tendréis la ayuda del personal sanitario para resolver las dudas sobre su cuidado. ¡Bienvenidos al mundo real!, todos los padres, en mayor o menor medida, han pasado por ahí. Así que paciencia y confianza en vosotros. La naturaleza es sabia y seguro que lo haréis muy bien y en caso de necesitar ayuda no dudéis en pedirla. Con este artículo esperamos arrojar algo de luz sobre cómo actuar en esos primeros días.

Lo que más preocupa a los padres es saber la forma adecuada de cómo coger al bebé. Sostener la cabeza y el cuello del bebé es fundamental, así que duda resuelta. Seguro que serán muchas las horas que lo tengamos en brazos así que a la tercera vez que lo cojáis notaréis que os sale de forma natural.

El sueño del bebé es un tema inquietante para los padres. Hay bebés que duermen más que otros, así que está bien desear lo mejor y esperar lo peor, es decir, desear que tu bebé duerma más de cuatro horas seguidas y prepararte para el caso de que se despierte cada hora y media. Muy importante es poner siempre al bebé boca arriba para dormir a fin de reducir el riesgo del síndrome de muerte súbita del lactante. No usar mantas, ni acolchados. Cuanto más despejada esté la cuna, mejor. Es recomendable que el bebé duerma en nuestra habitación hasta los doce meses. Además, cambiaremos la posición de su cabeza, de una noche a otra (primero a la derecha y luego a la izquierda) para prevenir el desarrollo de una zona plana en uno de los costados de la cabeza.

Con respecto a las medidas de higiene con vuestro recién nacido no hay que obsesionarse y si es invierno no es necesario bañarle todos los días. Los primeros baños pueden ser una o dos veces a la semana. Se convertirán en el momento relajante del día y toda una experiencia para la familia si se hace sin prisas. Los geles hipoalergénicos asegurarán que no se dañe la piel de vuestro bebé y una crema hidratante con las mismas cualidades será ideal para que la hora del baño sea toda una sesión de “spa”.

El cambio del pañal es importante realizarlo a menudo, especialmente al principio, porque los bebés suelen necesitar entre 8 y 10 cambios de pañal al día. Aquí la observación es la mejor herramienta para saber si nuestro bebé requiere pañal limpio o no. Eso sí, antes de cambiarlo, asegúrate de que tienes todo a mano: un pañal limpio, crema para la zona del pañal, recipiente con agua caliente o toallitas de bebé. Nunca dejaremos al bebé solo porque en cualquier descuido podría darnos un susto.

El momento de las visitas también es un poco estresante para los papás, no os sintáis bichos raros si decidís restringirlas durante las primeras semanas tras la vuelta del hospital. Cuando las recibáis, a familiares y amigos, podéis sugerirles que se limpien las manos con gel hidroalcohólico nada más entrar a casa y que no toquen las manos del bebé ya que éstas son puerta segura de entrada de gérmenes cuando se las llevan a la boca.

Trasladar al bebé en coche y en carrito puede ser toda una odisea si no controlamos bien el funcionamiento de estos dispositivos. La semana antes de que nazca nuestro bebé estaría bien practicar un poco para que todo vaya como la seda cuando esté con nosotros.

Como comprobaréis son muchos los detalles que hemos de tener en cuenta, especialmente los primeros días que nuestro bebé está en casa. ¿Hay algo más que queráis saber? Estamos a vuestra disposición para responderos.